lunes, 10 de febrero de 2025

Antitrumpiana

                     62 984 828 estadounidenses votaron a Donald J. Trump como presidente de los Estados Unidos en las elecciones de 2016; 74 223 975, en las de 2020; 77 303 569, en las de 2024.
(WIKIPEDIA)


Es por acción de amor a mi país
que te reclamo, hermano necesario,
viejo Walt Whitman de la mano gris,

para que con tu apoyo extraordinario
verso a verso matemos de raíz
a [Trump], presidente sanguinario.

Sobre la tierra no hay hombre feliz,
nadie trabaja bien en el planeta
si en Washington respira su nariz.
                                                   PABLO NERUDA, Incitación al nixonicidio y alabanza de la revolución chilena (1973)


destacagado en dólares
chupapetróleo tenaza borrapueblos
lanza por las naricesaltavoz
     y la furia torcida de las córneas svásticas
sus célebres anuncios.
                                                            RAFAEL ALBERTI, Los cinco destacagados (1978)


Pity the nation that raises not its voice
Except to praise conquerors
And acclaim the bully as hero
And aims to rule the world
By force and by torture
                                                                 LAWRENCE FERLINGHETTI, «Pity the nation (after Khalil Gibran)»


Destacagado de hoy, jodedor meticuloso,
trumpeteador de todas las estridencias,
trumpero de inocentes y desprevenidos,
trumposo en el póker, los negocios y la vida,
trumpal inhabitable, infestado de alimañas y pesadillas,
trumpolín de majaderos y déspotas,
trumpo que gira y gira sin moverse una pulgada
de su sepsis, de su vómito anaranjado,
de su hígado carcomido por el rencor,
vengador humeante, amigo de los enemigos
de la decencia, malaventurado millonario
venturoso, ofidio peinadísimo, cepo de coños
y asesino putativo en la Quinta Avenida
(sin que el ladrido de su SIG Sauer P365 disuada
a ni uno solo de sus ominosos partidarios),
mequetrefe televisivo con ínfulas de Napoleón
que cubría de oprobio a los postulantes tiralevitas (se lo
                                                                                 [merecían),
vendedor de perfumes hediondos, de biblias con su efigie,
de crecepelo que también cura el cáncer y las hemorroides,
forúnculo en Solo en casa 2 (ojalá estuviese solo en su casa),
elector de bellezas convexas por fuera y cóncavas por dentro,
fornicador de neumáticas semiestrellas del porno,
inoculador de flagelos y escorbuto,
rata de ninguna biblioteca, pero de todos los archivos oficiales,
evasor de tiosames, trilero de reputaciones,
arquetipo de triunfador putrefacto, de triunfador de mierda,
de triunfador de nada, que viaja en carritos de golf
y en aviones que llevan su nombre escrito,
no en el agua, como Keats, sino en el fuselaje,
que practica la inmundicia como si se ejercitara
en un gimnasio dotado con los últimos avances
para la musculación, hijo bendecido por la estulticia,
regado de una fortuna inmerecida, si es que alguna fortuna no
                                                                                                      [lo es,
lector de nada, pensador de nada, benefactor de nada,
parásito del lujo, híbrido de gorgojo y vampiro,
deyector cuyo ano abocinado expulsa aduladores
y decapitados, albañil de esputos,
zarrapastroso con camisas de mil dólares
y gemelos que gotean sangre
y abrigos de cachemir forrados de mocos,
propietario de un corazón por el que no le darían nada
en una tienda de empeños, negrero del ladrillo con lentejuelas,
insultador a los que los insultos le cuelgan de los labios
como una baba pestífera (y con los que se embadurna cada
                                                                                                 [día),
todo él insulto, espumarajo, abominación,
cuba de heces y espanto, humillador abrasivo, zoquete
que golpea con zoquetes, tarugo que daña con tarugos,
enarbolador vesánico de la patria,
insomne artífice de berrinches y venganzas,
abrazado a la opulenta seguridad de su cochambre,
empresario rompedor y bancarroto,
irradiador de pringue, cizaña absurda, cerebelo inmoral,
protagonista de juergas hasta altas horas de la oscuridad,
inexpugnable guardián de la tribu constituida por él
y por su americanismo infecto, odiador minucioso
de cuanto no comprende, que es casi todo,
blanco ejecutor de blancuras crueles,
heterosexual amenazado por los oscuros,
cisgénero asediado por los homosexuales,
hombre cuya hombría se ve perturbada por quienes no la
                                                                                  [comparten,
anglosajón mermado por los guatemaltecos,
halcón injuriador de haitianos —caníbales para su señoría
                                                                                [destacagada,
porque se comen los perros y los gatos de los vecinos—,
detector incansable de drogadictos y violadores,
siempre mestizos, siempre mulatos, siempre
meridionales, exterminador de rojos,
erector de casinos, triturador de la compasión,
suscriptor de todas las conspiraciones,
afortunado receptor de desafortunados disparos
en la oreja, bellaco mentiroso, mentiroso vertiginoso,
mentiroso millonario de millones de mentiras,
estalinista de la mentira, portador de la mentira
en los zapatos y en el glande, mentiroso que miente
hasta cuando no miente, mentiroso que devora mentiras
como espaguetis y las regurgita para alimentar a su prole
necesitada de mentiras bien cocinadas por la ignorancia,
mentiroso que se refocila en la mentira como un puerco
en el albañal, mentiroso que se folla a la mentira, excitado
por la arrogancia y la muerte, idiota
ecuménico, enciclopédico, astronómico,
que resuelve epidemias con lejía e invasiones con
                                                              [baladronadas,
que sume a cuanto palpita en el fango de la bajeza, de la que
                                                                                      [él es adalid,
prevaricador y hermano de los prevaricadores del mundo,
tirano de todas las tiranías del libre mercado,
simpatizante de la Bolsa y la Asociación Nacional del Rifle,
antipatizante de la ciencia y la misericordia,
expectora azufre, es inclemente en la victoria
y aún más despreciable en la derrota,
estrecha manos manchadas de sangre
y se la retira a quienes no rebuznan como él,
aplica desgravaciones a los que lo tienen todo
y aranceles a los que no tienen nada,
acaricia el botón nuclear como el clítoris de sus putas caras,
es débil con los fuertes y fuerte con los débiles,
zote imperial, zar de la tribu estólida,
necesitada de certidumbres entenebrecedoras,
monopolista del ombliguismo y la barbarie,
golpista, charlista, rentista, flautista
de Hamelín de los que necesitan a un guía
para despeñarse por el precipicio del solipsismo,
casero de Guantánamo (y favorable al submarino),
bocazas tempestuoso, tanto más bocazas cuanto más esvástico,
señorón de pene pequeño y corbata grande,
caudillo de las huestes unguladas
que amenazan con matar y matan,
que huelen a estiércol y a barras y estrellas,
que niegan a Whitman y a Gershwin,
que avergüenzan a Pollock y a Woody Allen,
que deshonran a Jesse Owens y a Miles Davis,
que desdeñan a Faulkner y a Thoreau,
que mancillan a tantos como descansan
en el cementerio de Colleville-sur-Mer,
levantador de muros y atropellos,
ultrajador con sonrisa de alfanje,
señor feudal con derecho de pernada con el mundo,
perro cainita, avutarda colmatada de hiel,
oso hormiguero que mete la trumpa en todas las entrepiernas,
quebrantador de familias, instigador de desgracias,
inquisidor de la bondad, carnicero de la honradez,
héroe de pijos y rednecks, inesperadamente hermanados
por el conducator de Queens (también la muerte iguala a los
                                                                                           [dispares),
fanfarrón cuya cercanía enloda, cuyas tinieblas desquician,
mecenas de criptomonedas y criptorquiodias,
creyente que reza como si diera martillazos (y le miente a
                                                                                            [Dios),
que observa los ritos como un catecúmeno sordomudo
y matrimonia eclesialmente, que planta los diez mandamientos
en los jardines, cuidados por hondureños sin papeles,
de sus muchas mansiones —mares-a-lagos y torres y playas y
                                                                                          [naciones— 
sin cumplir ninguno, pero sigue berreando plegarias
y escupiendo maldiciones, delincuente convicto aunque
                                                                                 [inconfeso,
mártir solo de su propia vanidad monstruosa,
                                                 [monstruosamente
agraviada, reo de delitos contables e incontables,
muñidor de abogados que creen que lo más importante es la familia, empalador de jueces y funcionarios electorales,
mutilador de sueños y degollador de soñadores,
pútrido cabecilla de todas las conspiraciones,
castigador de los debeladores de los poderosos,
denunciante de las verdades que lo desafían,
difusor de patrañas con las que se acoraza
y eyacula, cultivador de insectos y verdolagas,
repartidor de trumpadas y trumpazos, chulo rebozado
de jactancia coronado de soberbia remachado de engreimiento,
firmante de hijoputeces y devastaciones y bombardeos y
                                                                                [chaladuras,
constructor de oleoductos en paraísos naturales
y de paraísos turísticos en franjas arrasadas
por fascistas talmúdicos, a cuyos naturales sobrevivientes
aspira a esconder debajo de la alfombra de los países vecinos,
okupa de groenlandias y canales, de fronteras y libertades,
capitalista que solo es capitalista cuando el capitalismo (le)
                                                                            [rinde beneficios
(y estatalista cuando no), embaucador de obreros y
                                                                    [atarantados,
de cubanos y mujeres, de aspirantes a ricos que no lo serán
                                                                                              [nunca,
oligarca aullador, ameba desorejada, plutócrata planetario,
paladín de los derechos inhumanos, narciso facundo
y jeremíaco, adolescente octogenario, perdonavidas
de academia militar (aunque no haya combatido
en jungla alguna, sino solo en la jungla de cristal y puñaladas
traperas de Manhattan; también ha visitado los pantanos de
                                                                                              [Florida,
poblados de saurios, ses semblables, ses frères),
enmascarado de fealdad, pero adversario de las mascarillas,
vacunado contra la concordia, pero opuesto a las vacunas,
archimandrita de 1,2 millones de muertos por covid,
dictador por un día (por todos los días), sutilmente
hitleriano (es su única sutileza), enamorado del éxito
que no consiste más que en dinero, enamorado de sí
—que es como caer rendido a los pies de Idi Amín
o de Samuel Little—, devorador de caviar
y hamburguesas anabolizadas, colega de sudafricanos
tecnomusolinianos tan henchidos de éxito repugnante
como él, espejo de miserables y cocainómanos,
epítome de cuanto niega la grandeza de un pueblo,
decantación grasienta de lo que hiede y espeluzna,
borborigmo horrible de la infamia,
magnificación hollywoodiense de Jesús Gil y Gil,
faro que orienta con su luz negra a Abascal y Orban, a Salvini
                                                                                             [y Le Pen,
a Milei y ese holandés de pelo de gallina,
führer de todo lo fecal del orbe,
homínido farfullante, escarabajo bípedo,
cerebro inexistente (y, aun así, rebosante de mugre),
analfabeto irredento, hacedor de grandezas vacuas,
asestador de vacíos, progenitor de víctimas,
útero de dolor, cocinero de la testosterona,
inventor de trumpantojos que solo engañan a los que desean ser engañados, receptor de elogios nauseabundos, emisor de
                                                                    [alaridos de guerra,
de facturas falsas, de arengas fatuas, de fetuas facciosas,
compañero de los fabricantes de armas, de quienes utilizan
                                                                                        [las armas
fabricadas por los fabricantes de armas, de quienes defienden
el derecho a usar armas, aunque sea para masacrar a los
                                                                                     [alumnos
de un instituto o a quienes han ido un sábado por la tarde
a un centro comercial a tomarse un helado,
jaleador de los que taladran el planeta,
de quienes derriten los hielos y la inteligencia,
de quienes no conciben límites en la capacidad
para destruir lo que nos sostiene, si no nos sostiene lo
                                                                             [suficiente,
expendedor de calamidades y vicios,
propalador de noticias falsas, de bienestares falsos, de
                                                                      [orgullos falsos,
de falsedades más falsas que su rictus,
más aterradoras que su catadura,
más sombrías que su mirada.
                                                      Trump,
triste, despiadadamente humano.

1 comentario:

  1. No sé podía describir mejor a semejante espeluznante, patético y peligroso personaje. Un abrazo.

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