miércoles, 5 de julio de 2023

Los poemas japoneses a la muerte, otra vez

Hace veintitrés años, en el año que cerraba el siglo XX, DVD ediciones, capitaneada por el legendario Sergio Gaspar, publicó Poemas japoneses a la muerte. Escritos por monjes zen y poetas de haiku en el umbral de la muerte, un estudio y antología de esa singular tradición de la poesía japonesa, consistente en escribir —y pintar— un jisei o poema de despedida de la vida, que los nipones llevan siglos practicando. Su autor es el israelí Yoel Hoffmann, profesor de Poesía Japonesa, Budismo y Filosofía en la Universidad de Haifa. Era mi tercera traducción —las dos anteriores también se habían publicado en DVD— y la abordé con alguna inseguridad todavía, pero con gran entusiasmo. La edición tuvo un éxito extraordinario (dentro de lo que cabe, claro: que un libro de poesía tenga un éxito extraordinario en España significa vender cuatro o cinco mil ejemplares, en un país de cuarenta y siete millones de habitantes y un dominio lingüístico de casi 600 millones de personas), contradiciendo lo que el distribuidor le dijo a Sergio cuando este le presentó el libro recién impreso: «¡Bah!, esto va a ser un fracaso: incluye en el título dos palabras que no deberían figurar nunca en ninguno, porque disuaden al lector: “poemas” y “muerte”» (“japoneses” tampoco era demasiado halagüeño, añadió). Era un visionario, aquel hombre. Ya no recuerdo cuántas reediciones hizo Sergio, pero fueron muchas. Y la recepción crítica que tuvo el libro, así como el eco en los medios culturales, condijo con el éxito de ventas. Ese éxito se ha prolongado hasta hoy, en que otra editorial, La Dragona. Miguel Gómez ediciones, de Málaga, ha vuelto a publicar el volumen, en una muy original edición, y con mi traducción. El interés por la poesía japonesa y, en concreto, por los poemas a la muerte no decae. Y yo me alegro mucho. Transcribo algunos de los poemas del libro:

La música del no ser
Llena el vacío:
Sol de primavera,
Blancura de nieve,
Nubes que brillan,
Viento transparente
                 DAIDO ICHI’I

De viaje, enfermo.
Mi sueño vaga
por los eriales.
                BASHO

Se enciende 
tan tenuemente como se apaga:
una luciérnaga.
                CHINE

En la flor del loto
el rocío de la mañana
adelgaza.
                FUSO

El cielo es claro.
Vuelvo por el camino
por el que vine.
                GITOKU

Se secan los campos:
helado envés de la hierba.
Hora de mi muerte.
                GOKEI

Escribo, borro, reescribo,
borro otra vez, y entonces
florece una amapola.
                HOKUSHI

Qué más da que siga viviendo.
Una tortuga vive
cien años más.
                ISSA

Un crisantemo del traspatio
ha mirado al sol poniente
y se ha marchitado.
                KAEN

Un último pedo:
¿son estas las hojas
de mi sueño, cayendo, vanidosas?
                KYO’ON

Deseo morir 
de repente, con los ojos
fijos en el monte Fuji.
                RANGAI

Nada está quieto 
ni siquiera un momento:
mirad los árboles.
                SEIJU

De buen grado
me consumo en
la ola de calor.
                SHIZAN

Los poemas a la muerte
son un engaño.
La muerte es la muerte.
                TOKO










































Detalles del libro
EditorialLa Dragona
Edición ed. (01/09/2022)
Páginas320
Dimensiones18x13 cm
IdiomaEspañol
ISBN9788494773082
ISBN-108494773089
EncuadernaciónTapa blanda

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