domingo, 10 de noviembre de 2024

Lawrence Ferlinghetti y Donald Trump


COMPADECE A LA NACIÓN (con Khalil Gibran)

Compadece a la nación cuyas gentes sean ovejas
Y cuyos pastores las engañen

Compadece a la nación cuyos líderes sean mentirosos
Y cuyos sabios sean silenciados
Y cuyos fanáticos frecuenten las ondas de radio

Compadece a la nación que no alce la voz
Sino para ensalzar a conquistadores
Y aclamar al matón como a un héroe
Y que aspire a gobernar el mundo
Por la fuerza y la tortura

Compadece a la nación que no conozca
Otro idioma que el suyo
Ni otra cultura que la suya

Compadece a la nación que respire dinero
Y que duerma el sueño de los ahítos

Compadece a la nación oh compadece a aquellos
Que permitan que vulneren sus derechos
Y les arrebaten la libertad

Mi país te llora
¡Dulce tierra de libertad!

PITY THE NATION (after Khalil Gibran)

Pity the nation whose people are sheep
And whose shepherds mislead them

Pity the nation whose leaders are liars
Whose sages are silenced
And whose bigots haunt the airwaves

Pity the nation that raises not its voice
Except to praise conquerors
And acclaim the bully as hero
And aims to rule the world
By force and by torture

Pity the nation that knows
No other language but its own
And no other culture but its own

Pity the nation whose breath is money
And sleeps the sleep of the too well fed

Pity the nation oh pity the people
Who allow their rights to erode
And their freedoms to be washed away

My country, tears of thee
Sweet land of liberty!

(Lawrence Ferlinghetti, 2007)

[COMPADECE A LA NACIÓN

Compadece a la nación llena de creencias y vacía de religión.

Compadece a la nación que vista ropas que no haya tejido, que coma un pan que no haya cosechado y que beba un vino que no haya salido de su propio lagar.

Compadece a la nación que aclame al matón como a un héroe, y que considere generoso al conquistador resplandeciente.

Compadece a la nación que desprecie una pasión en el sueño, pero que se someta en el despertar.

Compadece a la nación que no alce la voz sino cuando asista a un funeral, que no alardee sino entre sus ruinas, y que no se rebele sino cuando su cuello esté entre la espada y el tajo.

Compadece a la nación cuyo estadista sea un zorro, cuyo filósofo, un malabarista, y cuyo arte, el arte de remendar e imitar.

Compadece a la nación que dé la bienvenida a su nuevo gobernante con trompetas y lo despida con abucheos, solo para dar la bienvenida a otro con trompetas, otra vez.

Compadece a la nación a cuyos sabios hayan enmudecido los años y cuyos hombres fuertes estén aún en la cuna.

Compadece a la nación dividida en pedazos, cada uno de los cuales se considere a sí mismo una nación dividida en pedazos, cada uno de los cuales se considere a sí mismo una nación.

PITY THE NATION

Pity the nation that is full of beliefs and empty of religion.

Pity the nation that wears a cloth it does not weave, eats a bread it does not harvest, and drinks a wine that flows not from its own wine-press.

Pity the nation that acclaims the bully as hero, and that deems the glittering conqueror bountiful.

Pity the nation that despises a passion in its dream, yet submits in its awakening.

Pity the nation that raises not its voice save when it walks in a funeral, boasts not except among its ruins, and will rebel not save when its neck is laid between the sword and the block.

Pity the nation whose statesman is a fox, whose philosopher is a juggler, and whose art is the art of patching and mimicking.

Pity the nation that welcomes its new ruler with trumpetings, and farewells him with hootings, only to welcome another with trumpetings again.

Pity the nation whose sages are dumb with years and whose strong men are yet in the cradle.

Pity the nation divided into fragments, each fragment deeming itself a nation divided into fragments, each fragment deeming itself a nation.

(Khalil Gibran, 1933)]

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