domingo, 13 de febrero de 2022

Dilemas de traductor

Hacía algún tiempo que no traducía literatura. Pero el año pasado recibí un encargo, que este año se ha prolongado con otro. Se trataba de verter al castellano una antología poética de un poeta norteamericano completamente desconocido en España, al que identificaré solo por sus iniciales, H. N., por confidencialidad editorial (y también porque dicen que trae mala suerte anunciar los proyectos de uno; yo no soy supersticioso, pero just in case...). En 2022, a esa antología, ya traducida, van a seguir las memorias del poeta, un libro realmente divertido sobre sus muchísimas relaciones homosexuales, su vida cosmopolita —residió años en diversos lugares del mundo, entre ellos España— y su amistad con lo más granado de la literatura en lengua inglesa de los dos últimos tercios del siglo XX, lo que no es moco de pavo: Auden, Isherwood, Ginsberg, Kerouac, Ashbery, Burroughs, Bowles, William Carlos Williams, James Baldwin, e. e. cummings, Frank O'Hara, Bukowski y un larguísimo etcétera. La vuelta a la traducción —que en algún lugar he definido como la lectura más radical que puede hacerse de un texto literario— me ha permitido reencontrarme con algunas de las dificultades más propias de la actividad. Pero esas dificultades, si se resuelven —y ningún traductor decente dejará de resolverlas, de un modo u otro—, también deparan sustanciosas sorpresas. Pondré un ejemplo que me ha resultado especialmente revelador. En el segundo capítulo del libro, leo esta frase: I have only the faintest recollection of the railroad flat in South Brooklyn where my grandmother and her brood established a foothold in the New World. El pasaje no presenta dificultades, salvo una: railroad flat. "Apenas conservo recuerdos del piso... de South Brooklyn donde mi abuela y su prole pusieron un pie en el Nuevo Mundo", fue mi traducción inicial. Pero ¿qué tipo de piso era ese railroad flat? La versión literal, como suele suceder en estos casos, no ayuda: ¿un piso tren? ¿Y qué demonios es "un piso tren"? ¿Un piso para trabajadores del ferrocarril, como ha habido tantos en España? Pero la familia del protagonista no tenía nada que ver con los ferrocarriles: acababan de llegar inmigrados de Lituania, y parece extraño, como poco, que en un lugar como South Brooklyn, en Nueva York, hubiera viviendas de este tipo. ¿O era un piso al lado de las vías, tan característico de los barrios pobres de las ciudades norteamericanas, y que tan a menudo hemos visto en las películas, trepidando por el sísmico paso del tren? Sin embargo, el fragmento continúa sin hacer ninguna mención ni del ruido de los trenes ni de su paso cerca del apartamento. El contexto descartaba esta interpretación, como la lógica parecía descartar la anterior. Con la resignada melancolía del traductor, acudí, pues, a los diccionarios. Los digitales no solo no resolvían la cuestión, sino que añadían confusión. Reverso, por ejemplo, no daba ninguna definición específica, pero aportaba algunos ejemplos de traducción en contexto: "piso de estudiantes", "piso alto" e incluso "Piso de las Vías" (en el sentido que acabo de indicar: "por todos los trenes que pasan"). Consideré "piso de estudiantes" con la connotación de "piso barato e informal", pero también la descarté porque en un piso de estudiantes suele haber estudiantes, no familias de inmigrantes lituanos. Además, no sabía si en el primer cuarto del siglo XX ya era común alquilar pisos a los estudiantes en una ciudad como Nueva York. "Piso alto" me parecía inadecuadamente impreciso —eludía la especificidad de la expresión— y "Piso de las Vías", aparte de que, por las mayúsculas, parecía ser un nombre propio, estaba descartado por las consideraciones anteriores. Los traductores automáticos tampoco servían. El mejor de ellos, Deepl, solo daba: "Piso de la vía férrea", "piso de la vía del tren", lo que me dejaba más o menos como estaba. Pero en Onelook, una aplicación ideal para traductores, que enumera las definiciones de los diferentes términos en una multitud de diccionarios, ahora digitalizados, encontré la solución. De hecho, muchos lexicones la recogían: Merriam-Webster, an apartment having a series of narrow rooms arranged in line; Wordsmyth, an apartment in which the rooms are arranged in a row resembling a line of railroad cars, with no connecting corridor or hallway; Vocabulary.com, an apartment whose rooms are all in a line with doors between them. Onelook se remitía también a Wikipedia, donde la definición incluía el origen histórico de la expresión: an apartment with a series of rooms connecting to each other in a line. The name comes from the layout's similarity to that of a typical (mid-20th century or earlier) passenger train car. La enciclopedia especificaba, incluso, que este tipo de pisos empezaron a construirse en Nueva York a mediados del s. XIX para hacer frente a la superpoblación, y que muy a menudo familias enteras ocupaban una sola habitación y utilizaban los pasillos del inmueble como espacios comunes. (La superpoblación ha determinado algunos de los rasgos más característicos de muchas ciudades del mundo, como los rascacielos de Hong Kong —o de Benidorm—, los cementerios habitados de El Cairo o los autobuses de dos pisos de Londres). Aunque la definición más completa de railroad flat la encontré en un diccionario de papel, un volumen con el que podrían hacerse pesas y desarrollar unos músculos poderosos, el Webster's Third New International Dictionary of the English Language Unabridged, cuyo título, por cierto, parece un railroad flat: an apartment in a substandard building having a series of narrow rooms arranged in line usu. (sic) with each room forming the corridor to the next and with only the front and rear rooms having windows ['un apartamento en un edificio de poca calidad, compuesto por una serie de habitaciones estrechas dispuestas en fila, por cada una de las cuales se pasa a las siguientes, y de las que solo las de los extremos tienen ventanas']. Sin embargo, esta definición, o más bien descripción, con ser detallada, no hacía ninguna referencia a la similitud del piso con un tren, que resulta fundamental para explicar la locución. En cualquier, se trataba de una metáfora formal lexicalizada: una construcción longilínea con los cuartos como vagones, uno detrás de otro: de ahí la similitud con el ferrocarril. Lo primero que me trajo a las mientes la comprensión de railroad flat fue que una expresión que me había resultado tan extraña, tan ajena, estaba sorprendentemente cerca de mi propia experiencia —de mi propia vida—, porque el pequeño piso en el que me había criado, en el centro de Barcelona, y en el que vivió mi madre hasta el fin de sus días, sin ser un railroad flat, es decir, sin que las habitaciones estuvieran conectadas linealmente entre sí, en ausencia de pasillo, sí se le parecía mucho, porque todas daban a un corredor, muy estrecho, que las ensartaba desde el recibidor al balcón interior. Era una construcción típica del Ensanche barcelonés de finales del siglo XIX y el primer tercio del XX: todo (aunque fuera muy poco, como era el caso de nuestra casa) abocaba a un pasillo que constituía la columna vertebral del inmueble, y que impedía que los cuartos fueran más grandes y tuvieran más luz. Sin saberlo, yo había vivido en algo semejante a un railroad flat. Pero, inmediatamente después de comprender la sorprendente relación de aquella expresión con mi propio pasado, recordé que estaba haciendo una traducción, y se me planteó el siguiente problema: ¿cómo traducirla en castellano? La opción literal, de nuevo, me desagradaba: "piso tren", entre otras cosas porque seguramente sumiría al lector en español en un desconcierto que no aquejaba al lector en inglés. Y desconcertar al lector en la lengua de llegada solo es admisible cuando el autor también lo desconcierta en la lengua de partida. Si en esta el término es claro, también debe serlo en la otra. Pero para que lo fuera en español, solo podía recurrir a una circunloquio o explicación, o, lo que es peor aún, a una nota a pie de página, que no deja de ser el reconocimiento de una derrota y la irrupción del mediador, el traductor, con nombre y apellidos ("nota del traductor") en el devenir de la prosa, algo así como que el árbitro de un partido de fútbol, cuyo mayor mérito es pasar inadvertido, detuviera el juego, cogiera la pelota y explicara al público lo que había que hacer con ella, o cómo había que entender un lance del partido. ¿Qué decir, pues? ¿"Apenas conservo recuerdos del piso de South Brooklyn, cuyas habitaciones se disponían como los vagones de un tren, sin pasillo que las uniera, donde mi abuela y su prole pusieron un pie en el Nuevo Mundo"? ¿"Apenas conservo recuerdos del piso de South Brooklyn, tan estrecho que para entrar en una habitación tenías que pasar por las otras, donde mi abuela y su prole pusieron un pie en el Nuevo Mundo"? ¿O, simplemente, reducir la idea a lo esencial, a costa de reducir la plástica singularidad de la expresión: "Apenas conservo recuerdos del angosto piso de South Brooklyn donde mi abuela y su prole pusieron un pie en el Nuevo Mundo"? Aún no he resuelto la cuestión. Traducir ataca los nervios, porque hay que decidir siempre, aun sobre lo más pequeño: poner una coma o no ponerla; decir "muy grande" o "enorme"; sustituir, o no, por un sinónimo un término que se repite demasiado en el original; optar por "La metamorfosis" o por "La transformación". Y tener que decidir es lo que angustia. Quizá por eso llevaba tanto tiempo sin traducir. Cada vez me gusta más la tranquilidad. Será que me hago mayor.

7 comentarios:

  1. Seguro que será una gran traducción como no puede ser de otra manera. Ojalá yo pudiera leer algún idioma para leer obras en el original o libros que no se han traducido al castellano. Un saludo

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    1. Gracias por tus buenos deseos, Diego. Y ojalá consiga, sí, una buena traducción, que todos disfruten como la estoy disfrutando yo. Es un libro divertidísimo. Un abrazo.

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  2. Apreciado Eduardo, entiendo y comparto el desasosiego, ya que el railroad flat, literalmente piso en rail o piso lineal, es ajeno a nuestra cultura doméstica y constructiva, asociada, por necesidad de intimidad, al recurso del pasillo o corredor. En nuestras ciudades se ha carecido de la urgencia y el dinero para haber dado cuerpo a ese modelo de vivienda más pragmática y expuesta, propia, según la wiki, de ciudades como Nueva York o San Francisco, dónde el coste del suelo y el tamaño de los edificios propició la aparición de otras formas de vivienda.
    Tal vez lo definiría como un estrecho piso sin pasillo o como un piso lineal sin corredor, que, a mi pesar, no alcanzan a definir al tren de habitaciones que forman el railroad flat.
    Luis Martínez

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    1. Muchas gracias por tus observaciones, Luis. Las tendré en consideración para llegar a una solución definitiva. Aunque, como tú, me temo que ninguna llegará a transmitir la verdadera naturaleza de un "railroad flat", pero eso es algo que nos pasa a menudo a los traductores. Hemos de convivir permanentemente con la frustración de no haber dado con la forma exacta de verter algo a nuestro idioma.
      Un saludo muy cordial.

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  4. ¡Estupenda noticia, me alegra que llegue de tu mano! ¿Supongo que la antología no tardará ya en salir este año...? ¿Y las 'Memoirs...' para el próximo...?

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  5. Pues sí, si nada se tuerce, la antología saldría este año y las memorias, el próximo. Pero uno nunca sabe, Ángel: el piélago de la poesía es proceloso. Gracias por tu mensaje y tu interés. Un abrazo.

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