lunes, 13 de julio de 2020

De vegades sento ganes de cridar / A veces tengo ganas de gritar

Acaba de publicarse mi primer libro en catalán: De vegades sento ganes de cridar ('A veces tengo ganas de gritar'). Y lo defino así, "libro en catalán", aunque sea, en realidad, una edición bilingüe, castellano-catalán, de una selección de poemas míos, porque me ilusiona verme traducido y publicado por primera vez en mi segunda lengua, pero que, en mi formación como persona y como escritor, ha tenido la misma importancia que la primera, el castellano que mamé de mis padres. Era un poco raro que un escritor barcelonés de mi edad, casi provecta ya, ¡ay!, no contase con obra publicada en catalán, que finalmente ha sido posible gracias a la conjunción de dos circunstancias: la participación en el seminario de traducción de Farrera de Pallars, organizado por la Institució de les Lletres Catalanaes en septiembre de 2018, que me permitió disponer de varios poemas magníficamente traducidos a esa lengua, gracias al impecable trabajo de los traductores allí reunidos (Francesc Parcerisas, Marta Pessarrodona, Àlex Susanna, Josep Porcar, Carlos Vitale, Ramón Sanz, Maria Teresa Ferrer, Anay Sala y Xavier Montoliu), de lo cual ya di cuenta en otra entrada de este blog (https://eduardomoga1.blogspot.com/2018/09/el-seminario-de-traduccion-en-farrera.html); y la constante dedicación a la poesía, y desde hace algunos años también a la poesía en catalán, de Joan de la Vega, poeta en castellano y catalán él mismo, que creó y dirige, con tenacidad admirable, la editorial La Garúa, donde publiqué, hace mucho tiempo, Soliloquio para dos y en cuya colección Tanit ve ahora la luz este De vegades sento ganes de cridar. El volumen incluye poemas pertenecientes a varios libros (Las horas y los labios, Los haikús del tren, Insumisión, Décimas de fiebre y Muerte y amapolas en Alexandra Avenue) y dos inéditos de otros tantos poemarios. Uno de estos inéditos, que da título al libro, lo he traducido yo mismo: en el seminario de Farrera aún no existía y he querido asumir yo la tarea, espero que con un resultado medianamente feliz. De vegades sento ganes de cridar cuenta también con un prólogo de Francesc Parcerisas.

Este es el enlace con toda la información sobre el libro: https://tanitpoesia.cat/project/25-de-vegades-sento-ganes-de-cridar/

Transcribo a continuación el poema "Escribo para tenerte..." / "Escric per haver-te...", de Tú no morirás, de próxima publicación, si el coronavirus no lo impide. El poema recrea la voz de Mariana Alcoforado, la monja portuguesa que dirigió —supuestamente; hoy se creen escritas por su editor parisino— cinco maravillosas cartas de amor al noble francés Noël Bouton de Chamilly.

[ESCRIBO PARA TENERTE...]

A Noël Bouton de Chamilly, conde de Saint-Léger
Convento de Nuestra Señora de la Concepción
Beja
1668

Escribo para tenerte. Para que la estela que dejaste no sea espuma, sino soga. Las palabras que arracimo entre estos muros negros como la ropa que me cubre, solo aspiran a traerte de la nada en la que habitas, para que sea yo lo que intuí al verte: alguien cierta, enclavada en tu cuerpo, enraizada en el mundo. Escribo para arrancarte del silencio que eres. Tu lejanía es estruendosa. Los pasos que oigo por los pasillos del convento son tus pasos. La realidad espinosa de tu lengua, que no poseo, que me hiere, ausente, pronuncia un vendaval de sombras. No concibo tu cuerpo sin el mío, sin su ruido paralelo, sin los sonidos especulares de la impaciencia y la agonía. Ten la misericordia de ser. Despójame de la toca que me pesa, de los hábitos que encubren la humedad que me consume, de la muerte apacible de cada día, bajo la cual se amadriga el anhelo de oírte y tenerte y vivirte. Dime: déjame saberte. Cabalga otra vez, como cuando te hiciste a mis ojos, o cuando accediste a mi reducto: cabálgame. Apaga esta luz a cuyo amparo escribo y sé tú la luz en cuya noche perderme. No atiendas a la envoltura de estas cartas menesterosas: atiende al dolor que las arroja a tu vacío; entrégate a sus cadenas de amor, a su apremio sacrílego. Veo por la ventana de mi celda el espacio que cruzaste. No eres, pero te veo. No estás, pero galopas, y digo tu nombre en cada mortificación, en cada plegaria. Escribo para que envenenes esta claridad en la que vivo. Para que vuelvas, aunque nunca te hayas ido. Para que te inmiscuyas en la cruz que me gobierna y aplaques con tu peso este martirio. Huele a sándalo y a comino: la especiera trastea en la cocina. Y la noche se aviene a ser: tizna tu hueco y mi desesperación. Desde esta mesilla, capaz de soportar el peso vergonzante del deseo, junto a esta vela que entrega su esperma como me entregaste tú el tuyo, y como entrego hoy mi alma inmortal, te escribo porque te veo, porque no he dejado de verte, porque el silencio te dice, porque las palabras te sueldan a mi carne, te hacen esta distancia de ti que soy, esta carne mía exasperadamente tuya.

Une passion sur laquelle tu avais fait tant de projets de plaisirs, ne te cause présentement qu'un mortel désespoir, qui ne peut être comparé qu'à la cruauté de l'absence, qui le cause. Quoi? Cette absence, à laquelle ma douleur, toute ingénieuse qu'elle est, ne peut donner un nom assez funeste, me privera donc pour toujours de regarder ces yeux, dans lesquels je voyais tant d'amour et qui me faisaient connaître des mouvements, qui me comblaient de joie, qui me tenaient lieu de toutes choses, et qui enfin me suffisaient?

[ESCRIC PER HAVER-TE…]

A Noël Bouton de Chamilly, comte de Saint-Léger
Convent de Nostra Senyora de la Concepció
Beja
1668

Escric per haver-te. Perquè el solc que vas deixar no sigui escuma, sinó soga. Els mots que arraïmo entre aquests murs negres com la roba que em vesteix, sols aspiren a portar-te del no-res on habites, perquè sigui jo allò que vaig intuir en veure’t: alguna de veres, enclavada al teu cos, arrelada en el món. Escric per arrencar-te del silenci que ets. La teva llunyania és eixordadora. Les passes que sento pels passadissos del convent són les teves passes. La realitat espinosa de la teva llengua, que no posseeixo, que em fereix, absent, pronuncia un vendaval d’ombres. No sé veure el teu cos sense el meu, sense el seu brogit paral·lel, sense els sons especulars de la impaciència i l’agonia. Tingues la misericòrdia d’ésser. Allibera’m de la toca que em pesa, dels hàbits que velen la humitat que em consumeix, de la mort plàcida de cada dia, sota la qual s’encaua l’anhel de sentir-te i haver-te i viure’t. Digues-me: deixa’m que et sàpiga. Cavalca un altre cop com quan vas fer-te als meus ulls, o quan vas entrar al meu reducte: cavalca’m. Apaga aquesta llum a redós de la qual escric i sigues tu la llum de la nit on perdre’m. No facis cas de l’embolcall d’aquestes cartes freturoses, ans del dolor que les llença al teu buit; lliura’t a les seves cadenes d’amor, a la seva urgència sacrílega. Veig per la finestra de la meva cel·la l’espai que vas creuar. No ets, però t’hi veig. No hi ets, però galopes, i dic el teu nom en cada mortificació, en cada pregària. Escric perquè enverinis aquesta claror on visc. Perquè tornis, encara que mai no te n’hagis anat. Perquè envesquis en la creu que em governa i apaivaguis amb el teu pes aquest martiri. Fa olor de sàndal i comí: l’especiera trasteja per la cuina. I la nit s’avé a ser: ensutja el teu buit i la meva desesperació. De la tauleta estant, que pot suportar el pes vergonyant del desig, prop d’aquesta espelma que lliura el seu esperma com tu em vas lliurar el teu, i com jo lliuro avui la meva ànima immortal, t’escric perquè et veig, perquè no he deixat de veure’t, perquè el silenci et diu, perquè els mots et fonen amb la meva carn, et fan aquesta distància de tu que soc jo, aquesta carn meva exasperadament teva.

Une passion sur laquelle tu avais fait tant de projets de plaisirs, ne te cause présentement qu'un mortel désespoir, qui ne peut être comparé qu'à la cruauté de l'absence, qui le cause. Quoi? Cette absence, à laquelle ma douleur, toute ingénieuse qu'elle est, ne peut donner un nom assez funeste, me privera donc pour toujours de regarder ces yeux, dans lesquels je voyais tant d'amour et qui me faisaient connaître des mouvements, qui me comblaient de joie, qui me tenaient lieu de toutes choses, et qui enfin me suffisaient?




Eduardo Moga, De vegades sento ganes de cridar
Traducción de Francesc Parcerisas, Marta Pessarrodona, Àlex Susanna, Josep Porcar, Carlos Vitale, Ramón Sanz, Maria Teresa Ferrer, Anay Sala, Xavier Montoliu y Eduardo Moga 
Prólogo de Francesc Parcerisas
Santa Coloma de Gramenet (Barcelona), La Garúa Libros-Tanit, 2020, nº 25.
ISBN: 978-84-122104-4-6
www.tanitpoesia.cat


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